Hoy más que nunca se hace necesario de Liderazgo de Servicio, entendiéndose por ello la capacidad de los líderes (empresas, instituciones públicas, gobernadores) de hacer todo lo posible para cumplir con las expectativas y necesidades de los miembros de su organización y enfocados en hacer felices a esas personas en sus respectivos trabajos. Y esto no debe significar ceder a caprichos, sino el comprender lo que realmente necesitan – en otras palabras – “ponerse en los zapatos del otro”, sólo así podrán entender cuáles son las dificultades y las situaciones de incomodidad por las que pasan.
Hoy es fácil prejuzgar a los demás o tomar decisiones de forma fría, sin pensar cuáles son las condiciones como están abordando las personas la actual crisis.
Será muy importante que los líderes se pregunten si sus colaboradores o aquellos sobre los que influyen, cuentan con las características mínimas de seguridad, de acuerdo al nivel socioeconómico al que pertenezca.
La actual crisis que atraviesa el mundo demanda un Liderazgo centrado en principios, que debe involucrar a todos los participantes, a fin de que juntos se conviertan en agentes de cambio. Esto provocará una influencia y una lealtad profunda de largo plazo.